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Iyaami Osoronga

Iyaami Osoronga

Iya kere mohun mi, gbogbo Eleye ni mo ba mule

Iyaami Osoronga

Mi madre dueña de la hechicería

 

El sistema religioso Yoruba se transmite oralmente de generación en generación. Nuestros mayores nos indican que esto se lleva a cabo de esta forma pues la palabra verbalizada heredada tiene el poder de transmitir el Ase (poder de la palabra) contenido en las enseñanzas de nuestros antepasados. La tradición al culto de Iyaami es parte de esta tradición oral.

 

Una teoría nos indica que el termino Iyami Osoronga su traducción al castellano podría ser "mi madre dueña de la hechicería”.

 

En tierra Yoruba el término Iyaami se refiere a un colectivo de gran peso para sus comunidades. Las Iyaami son una especie de hermandad ancestral que custodia y transmite oralmente los poderes de la mujer. Para la cosmovisión Yoruba, la mujer posee por derecho propio un especial poder llamado Ase, y es a través de este poderoso Ase que las mujeres pueden engendrar. Este poder es ambiguo, dual, a menudo mezclado con el concepto de la hechicería. El inmenso poder de gestación escapa al poder controlador del hombre, siendo absolutamente necesario propiciarlo y atenderlo convenientemente para que la sociedad en su conjunto no sufra las represalias de energías de la hermandad secreta Iyaami.

Las Iyaami en tierra Yoruba son indirectamente nombradas bajo muy diversos eufemismos tales como

 

Las señoras de los pájaros nocturnos

Las dueñas de los pájaros de estridente silbido

Las propietarias de las aves de hermoso plumaje, etc.

 

Propiciando a Iyaami los seres humanos nos vemos en grandes posibilidades de acercarnos a los aspectos benévolos y benéficos de nuestras madres ancestrales.

 

Las Iyaami son un depósito inmenso de energía que emana del Ase de la mujer proveniente directamente de Olodumare.

 

Como energía, no se puede afirmar que Iyaami sea ni buena ni mala y lo importante es el uso que se le dé a esta energía.

 

En el Amulu Irete Osa, Ifá nos deja en claro el poder que puede ejercer Iyaami

 

Irete Osa

 

Alias:

Arotetan Ansa/ Arotesa

 

Aje meta ni ti ona Oke Ogun bowa

Okan ni ohun ni pipon ina

Okan ni ohun ni oseresere Oorun

Okan ni ohun ni oherehere Osupa

Awon meteta won bo wa ba Orunmila ni Alejo

Won ni ki Baba o kara giri ebo won ni ki Baba o wa se

Osi gbebo nibe orubo

Iyami foju bokete o

Oyin ni se won serekun Oyin

 

Tres poderosas hechiceras están viniendo provenientes de Oke Ogun

Una se llama Pipon Ina (el resplandor del fuego)

Otra se llama Oseresere Orun (el brillo del sol)

La tercera se llama Oherehere Osupa (la Luna)

Las 3 querían visitar inesperadamente a Orunmila (para pelear con él)

A Orunmila le fue recomendado que llevara a cabo un Ebo

Él inmediatamente lo llevo a cabo

Cuando las hechiceras ven una rata gigante de campo (okete)

Esto las endulza y olvidan cualquier suceso

 

 

Historia/ Itan

 

En tiempos muy remotos, Ifá nos indica que cualquier ser humano que era atado u apresado por Iyami, Orunmila era el único capaz de lograr su liberación. Esto con el paso del tiempo dio lugar a que las hechiceras o madres ancestrales se enfadaran fuertemente en contra de Orunmila, pues lo consideraban un gran obstáculo para sus planes. Por ello decidieron reunirse y después de haber planeado eliminar a Orunmila, deliberaron que le enviarían a su casa en la ciudad de Oke Ogun, a 3 de las más fuertes Iyami. Ellas aseguraban que Orunmila no tendría oportunidad en la lucha para vencer a tan poderosas Iyami. En ese momento fueron llamadas las 3 invencibles Iyami, sus nombres eran:

 

Pipon Ina / El resplandor del fuego

Oseresere Orun / El brillo del sol

Oherehere Osupa / La luna

 

Después que las hechiceras acordaron llevar a cabo su plan, esa misma noche Orunmila tuvo un extraño sueño y por ende inmediatamente para descartar cualquier peligro que lo pudiera afectar a él o a sus seres queridos, acudió a escuchar el sabio consejo de Ifá. Durante la lectura del sagrado oráculo de Ifá el Amulu que se manifestó fue Arotetan Ansa. Inmediatamente Ifá le dijo a través de los Awo que Iyami estaba sumamente molesta con él y que por ello debía hacer prontamente ebo con 3 rebanadas de ñame pintadas con Efun, Osun y Epo. Le recomendaron que debía comprar 3 Okete y que les colocara a cada una en la parte de enfrente una de las rebanadas de ñame pintadas. Orunmila llevo a cabo todas las indicaciones y todo esto lo llevo al altar de Esu.

 

Al llegar el día de ejecutar el plan de las Iyami. Las tres poderosas hechiceras emprendieron su viaje hacia la ciudad de Oke Ogun. Al llegar a Orita Meta, se encontraron con Esu Odara y después de una pequeña conversación le comentaron sin ningún tipo de temor a donde se dirigían. Le dijeron que iban a luchar con Orunmila pues habían recibido la orden de eliminarlo. Esu les dijo que él las ayudaría a luchar en contra de Orunmila pues ya estaba cansado de su arrogancia, pero que antes de partir debían comer algo para tener fuerza en la batalla. Ellas accedieron y Esu las llevó a donde Orunmila había dejado preparada la ofrenda de las Okete. Cada una de ellas al ver el color en el platillo del suculento manjar, tragaron saliva pues no se veía muy apetitoso, sin embargo, no dijeron nada pues tenían un hambre atroz. Después de los protocolos habituales, comieron cada una su Okete con las rebanadas de ñame pintadas. Cuando terminaron de comer le dijeron a Esu que estaban sumamente satisfechas, le agradecieron por la comida y le expresaron que era momento de partir al combate para destruir a Orunmila. Esu antes que partieran y en una de sus acostumbradas pillerías, les pregunto:

 

¿Ustedes saben quién les preparo los alimentos que acaban de ingerir?

 

Ellas respondieron:

 

Suponemos que tú hayas sido quien nos preparó la comida y a pesar de los raros colores estuvo sumamente deliciosa.

 

Esu les sonrió y les dijo que él no acostumbraba a preparar alimentos y Orunmila era quien había preparado esa comida, les indico que no era correcto no agradecer y luchar con quien les había dado de comer. Ellas suspiraron y al no tener más remedio pues las palabras de Esu eran totalmente ciertas, sin tener otra opción no dañaron a Orunmila y volvieron a su hogar sin entablar nunca más una lucha con Orunmila.

 

En la anterior leyenda podemos apreciar la importancia de apaciguar a nuestra gran madre Iyami con la rata gigante llamada Okete.

 

Oriki Iyaami

 

Iyami Osoronga

Afin ju eye

A pa ma wa a Igun

Oniwowo Ado

O rumo loogun danu

Ologbo dudu oru

Olokiki oru

A je do tutu ma bi

Obinrin dudu regi regi eyi ti i lo nigba oja ba tu

Da se depenu ti i gbeni mi bi kalokalo

Ojiji firi

Afe gogoni yee

 

Mi madre reina de la hechicería

Pájaro de blancura inmaculada

La que devora sin buscar al buitre para construir la piel (porque ella devora todo desde carne, huesos, intestinos, etc.)

La que posee muchas calabazas sagradas de medicina

La que neutraliza hechizos y encantamientos

Gato negro de la noche

Famosa habitante de la noche

Quien no sufre mareos después de comerse un hígado vivo

La hermosa mujer negra que siempre es la última en abandonar el mercado

La que hace impotentes las envíaciones mientras traga personas como máquina

Sombra brillante y destellante

Pájaro de plumas claras coloreada

 

 

Iba mi iba Agba nla, mo seba Iyaami

Iba to to to

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